(Libertad Digital) Según informó este martes Europa Press, el fiscal pidió cuatro años de cárcel para Joaquín Nieves Galván, de 46 años y vecino de Ripollet (Barcelona), ya que apreciaba "deformidad" en las lesiones al haber perdido la víctima dos dientes, lo que constituye un delito de lesiones, tal y como contempla la jurisprudencia.
Sin embargo, la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona consideró que no existe deformidad alguna en el hecho ya que la boca de la víctima fue diagnosticada como "séptica" con múltiples caries y restos reticulares, considerándola así en "muy mal estado". Otras de las razones que se da es que los dientes fueron sustituidos por implantes.
Joaquín Nieves Galván aceptó su responsabilidad en los hechos y precisó que le propinó el puñetazo a su mujer para responder a otro que recibió de su compañera sentimental. Los dientes rotos producto del puñetazo tuvieron que ser extraídos en urgencias. De esta manera, la Audiencia ha fijado una pena de dos de cárcel y una indemnización a la víctima de 1.659 euros por la agresión, el tratamiento médico y las nuevas piezas dentales.